Muchos son los artistas que antes de conseguir el éxito, no tenían nada. Steve Jobs, Jim Carrey, Charles Caplin o Jennifer López no disponían de una cama en la que dormir antes de saltar a la fama. Todos ellos empezaron de cero. Sus caminos hasta la cumbre del éxito no fueron un camino de rosas aunque muchas veces es necesario pasar por este sendero para llegar hasta donde queremos y así, conseguir realizar nuestros sueños.
Lo que no se ve
El éxito es como un iceberg. Sí, un iceberg es una gran masa de hielo flotante de la que solo vemos una octava parte de su volumen total. El enorme resto permanece sumergido.
En la parte visible del iceberg vemos los resultados, aquello que se consigue como la fama, la atención, el reconocimiento, los seguidores, la satisfacción, el orgullo.
Y es cuando nos sumergimos que se pueden ver las cualidades que han sido necesarias para emprender un proyecto o conseguir un objetivo como superar la pereza, el apego, las costumbres, el miedo al cambio, al qué pasará.
Para la gran mayoría de las personas los milagros no existen.
Hay que ponerse a entrenar
“Quien tiene paciencia, obtendrá lo que desea”. Benjamín Franklin.
Paciencia, la recompensa inmediata no existe.
“Es una cuestión de disciplina, me decía más tarde El Principito. Cuando por la mañana uno termina de arreglarse, hay que hacer cuidadosamente la limpieza del planeta”. El Principito de Antoine de Saint-Exupéry.
Autodisciplina, seguir unas pautas de actuación y control.
“Si una persona es perseverante, aunque le cueste entender, se hará inteligente y aunque sea débil se volverá fuerte”. Leonardo da Vinci.
Perseverar, mantenerse constante a pesar de las dificultades. La perseverancia es la base de todas las acciones.
“Confía en ti mismo. Sabes más de lo que crees”. Benjamín Spock. La confianza, tener la seguridad y la esperanza que serás capaz de realizar lo que te propongas.