Los básicos que no pueden faltar en tu cocina si quieres cuidarte

Alimentación

Los básicos que no pueden faltar en tu cocina si quieres cuidarte

Tener una despensa con las provisiones adecuadas es la clave del éxito para no caer en la improvisación y en comer cualquier cosa para salir del paso. La cosa no es tener la despensa llena, sino tenerla llena de alimentos nutritivos para cuidar de tu salud, huyendo de despensas repletas de alimentos vacíos que nos llenan pero no nos nutren.

Por Lara Lombarte - Nutricionista Thiocamp Nutricionista

Podemos hacer una comparativa con el fondo de armario, es básico tener algunas cosas como unos tejanos, un pantalon negro, unas camisetas básicas y luego ya aportas algo de alegria con otros prendas menos indispensables pero igual de utiles. Pues aquí vamos a ver como tener ese fondo de nevera para poder comer cada día saludable

Cereales integrales
Sin duda son los más socorridos, ya que te arreglan un plato de manera rápida en cualquier momento. Además, son fáciles de almacenar en varios formatos: grano, pasta o harina y no se estropean fácilmente. Siempre es mejor en su versión integral, ya que es mucho más nutritivo y aporta fibra para regular el tránsito intestinal. Aquí encontramos: el arroz (redondo, bomba, largo, thai, basmati, rojo, negro…) y la pasta (macarron, espagueti, espirales…) que son los más comunes, pero no os olvideis de la avena, el trigo sarraceno, bulgur, el cuscús, el mijo, que son igual de versátiles y nos dan mucho juego. También aquí incluiríamos a la quinoa aunque en realidad es un pseudocereal pero lo tratamos como un cereal en el momento de cocinarlo.

Legumbres
Son las grandes olvidadas y las más perfectas, ya que su composición nos aporta tanto proteínas como hidratos de carbono, además de fibra, hierro y vitaminas. Es importantísimo consumirlas de manera frecuente. Las podemos almacenar secas o bien ya cocidas, preferiblemente en bote de cristal. Se recomienda fijarse en la etiqueta y buscar que no tenga sulfitos ni  E-202, ya que será mejor para el organismo. Existe una increíble variedad que nos permite preparar platos saludables y deliciosos en poco tiempo, disponemos de  garbanzos, lentejas (rojas, negras, verdes…), judías (blancas, rojas, pintas, azukis, habas guisantes…), cada uno con su peculiaridad, pero todos igual de deliciosos.

Verduras y hortalizas
Obviamente la mejor versión de las verduras y las hortalizas son las frescas, lo único es que son altamente perecederas y esto hace que en ocasiones no las tengamos siempre disponibles. Para poder almacenarlas la única opción es tenerlas en  conserva, como por ejemplo: corazones de alcachofa, judías verdes, espinacas, champiñones, son una alternativa para tener siempre verdura disponible para alguna comida express. En el caso de comprarlas así, siempre es preferible comprarlas en tarro de cristal y leyendo siempre las etiquetas para poder evitar al máximo los potenciadores del sabor (glutamato), sulfitos e incluso azúcares. Son un salvavidas para días de apuros.

Frutas
Al igual que la verdura, la fruta fresca y de temporada es la mejor opción, y tienen el mismo inconveniente, el almacenamiento y conservación. Pero podemos tener alguna opción como las frutas deshidratadas que son excelentes para ocupar un espacio en tu despensa y puedes usarlas como topping o como snacks saludables entre horas, una cosa a tener en cuenta es que si las compras, es importante que mires que no lleven azúcares añadidos.

Hay otras maneras de conservar la fruta, como las compotas, que si se hace el vacío pueden durar meses y también las mermeladas, que si son caseras las puedes hacer sin azúcar. Por último está el almíbar, pero en este si que la cantidad de azúcar es demasiado elevada para recomendarla como consumo habitual.

Frutos secos y semillas
Sin duda, otro indispensable en nuestra despensa y gran aliado para nuestra salud por su contenido en vitaminas, minerales y omega-3. Hay una variedad amplísima de frutos secos y semillas, encontramos piñones, nueces, avellanas, almendras, anacardos, semillas de lino, chía, cáñamo, sésamo, pipas de girasol y de calabaza y un largo etcétera, que pueden estar presentes en muchas de nuestras preparaciones diarias, como en ensaladas, como topping en yogures, en platos principales y en las picadas.  La ración recomendada son unos 25 g al día para gozar de todos sus beneficios.

Aceite de oliva
En la naturaleza hay un amplio abanico de aceites vegetales para cocinar pero el gran indispensable e indiscutible que no puede faltar en la despensa, es el oro líquido: el aceite de oliva virgen extra. Preferiblemente que sea de primera presión en frío.

Especias y hierbas
Las más divertidas de la despensa son las especies y hierbas aromáticas, porque hacen de todo; aromatizan, conservan, dan color y resaltan el sabor de los platos, en versión seca o fresca son la alegría de la despensa y de tus platos. Son muy fáciles de conservar en su versión seca, aunque la versión fresca en este caso puedes tenerla en casa como planta decorativa y usarla en el momento que necesites. Además te permiten viajar por el mundo en un segundo desde Oriente con su comino, la canela, curry, jengibre, hasta el Mediterraneo con el orégano, perejil, pimentón. Son sin duda otro gran aliado.

​​¿Tenías estos indispensables en tu despensa? Si no es así, ya sabes como hacer la próxima compra para asegurarte una buena alimentación, sin pasarte horas en la cocina y disfrutando de la exquisitez de variedad que nos da la naturaleza.

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