Nos ha pasado a tod@s y en todos los ámbitos, entre compañeros de trabajo, familiares, pareja, hijos y amigos: estás comunicando algo que para ti es importante y tienes la sensación de que no te están entendiendo. Tu vocecita interior asoma… “Es que no me entienden“. Y decides repetir tu exposición pero tampoco funciona, no te comprenden.
Si bien puede pasar que las personas a las que nos dirigimos no tengan ganas de escuchar nuestro mensaje y no les interese para nada lo que queremos comunicar, con lo que entonces no te van a entender, la mayoría de veces necesitamos preguntarnos qué podemos hacer para que el mensaje llegue y se entienda.
Al repetir “no me entienden” es como si estuviéramos pasando la pelota al otro pero la responsabilidad de lo que queremos comunicar es nuestra.
Qué podemos hacer para que nos entiendan
Aunque no podemos olvidar el ambiente en el que nos comunicamos —la comunicación y el lenguaje no será el mismo en un ambiente familiar, de trabajo, con hijos, con la pareja o entre amigos— hay unas pautas básicas para que la comunicación sea eficaz:
- Tener claro tu mensaje, aquello que quieres comunicar y lo que quieres conseguir. Es preferible que no vacíes de golpe tu mensaje como si hicieras un discurso. Haz pausas y distribuye todo lo que quieras decir.
- Asegúrate de que el mensaje llegue, que la otra persona te siga y pregúntale si es así. Aprovecha las pausas para preguntar: ¿Me he explicado bien?, ¿se me entiende?, ¿ha quedado claro? y escucha sus respuestas.
- El espacio también comunica. Ten en cuenta el momento y el lugar. Si quieres comunicar algo importante busca o crea ese espacio que invite a escuchar, a dialogar evitando ruidos y situaciones con demasiados estímulos visuales.
Tu comunicación no verbal influye en tu comunicación. Procura que el qué y el cómo se dice vaya en consonancia.