¿Has tenido alguna vez un afta bucal? Son esas úlceras pequeñas que nos salen a veces en el interior de la boca, debajo de la lengua o en las encías. Tienen el tamaño de una lenteja, pero son muy molestas y dolorosas.
Están relacionadas con déficits nutricionales como carencias del grupo B, ácido fólico, hierro o alergias alimentarias y normalmente están desencadenadas por el estrés, la fatiga, los cambios hormonales…
Es importante que no te olvides de mantener la mucosa bucal en buenas condiciones y eso se consigue con una dieta rica en:
- Omega 3 y Omega 6: el omega 3 es hidratante de las mucosas y además es antiinflamatorio. Lo puedes encontrar en alimentos como el pescado azul, el aceite de girasol y los frutos secos.
- Betacarotenos: calabaza, melocotón, zanahoria, melón… Es decir, alimentos de color anaranjado.
- Vitamina C: naranja, limón, pomelo, fresas, mandarina, pimiento, etc.
Para prevenir las aftas bucales procura tener una dieta rica en:
- Vitamina B2 o riboflavina. Además de grietas en las comisuras de la boca y otras afecciones de la piel, su déficit también se relaciona con la anemia. Es una vitamina que se encuentra en el pan, debido a la levadura, los cereales integrales, las verduras de hoja verde, la leche y los huevos.
- Niacina o vitamina B3. Está presente en carnes rojas y blancas, pescados, cereales, cacahuetes, lácteos y huevos.
- Ácido fólico. Al igual que la vitamina B2, se encuentra en las verduras de hoja verde. Su abundancia es mayor en las lentejas, las habas y los guisantes.
- Vitamina B12 o cobalamina. Está presente en carnes, mariscos y lácteos, al igual que la niacina, requiere el consumo de alimentos de origen animal.
Y si lo que deseas es mejorar las molestias que nos provocan, sigue estos consejos:
- No tomes alimentos demasiado calientes.
- Evita los alimentos picantes o con mucha sal como los embutidos.
- Elimina de tu dieta los alimentos con mucho azúcar.
- Evita las gomas de mascar.
- Reduce el consumo de tabaco y café.