De hecho, son muchos los estudios que aseguran que convivir con un animal tiene beneficios directos sobre nuestra salud. Así que aquí van algunos de ellos:
- Reduce el estrés y la ansiedad: acariciarlos de forma constante nos estimula y nos aporta tranquilidad.
- Refuerzan la autoestima: no te juzgan ni te analizan. Te quieren tal y como eres, con tus virtudes y tus defectos.
- Aminora el sentimiento de soledad: siempre te sientes acompañado y eres muy bien recibido cuando vuelves a casa.
- Fomentan el ejercicio: En el caso de los perros, te obliga a salir de casa y moverte.
Así que si estás pensando en compartir la vida con un perro o gato o cualquier otro animal, te recomendamos que visites los centros de acogida de animales de tu localidad porque seguro que allí encontrarás tu amigo más fiel y le estarás dando la oportunidad de tener la vida que se merece.