Cómo abandonar la vida sedentaria
Abandonar la vida sedentaria y mantenerse físicamente activo es el primer paso para ponerte en forma y mejorar la calidad de vida. Basta con seguir algunas de nuestras recomendaciones.
Entrenamiento
Cuando nos proponemos ir al gimnasio de forma regular tenemos la intención de adoptar un estilo de vida saludable y abandonar la vida sedentaria, pero además solemos ponernos objetivos como quemar grasa, esculpir la figura y tonificar la musculatura. No obstante, hay ocasiones en las que por mucho esfuerzo que le dediquemos a entrenar no obtenemos los resultados esperados.
Una de las preguntas que debemos hacernos antes de tirar la toalla es ¿estoy haciendo algo mal que me impide evolucionar y conseguir mis objetivos? Hay detalles que se interponen en nuestro camino para alcanzar nuestras metas. Son pequeños gestos que se convierten en errores garrafales y que nos estancan e incluso nos pueden hacer retroceder si no sabemos identificarlos a tiempo y atacarlos frontalmente. ¿Quieres identificarlos?
La creencia que hacer deporte con el estómago vacío nos ayuda a quemar más grasa es, además de errónea, muy perjudicial para nuestro cuerpo. Para que tu metabolismo despierte debes comer algo ligero, una manzana o un yogur son buenas opciones. Tenemos que tener presente que al realizar ejercicio sometemos a los músculos a un estrés que no es el habitual para el cuerpo y por ello es necesario dotarles de nutrientes para que tengan la suficiente energía como para regenerarse, recuperarse y crecer.
Es muy importante preparar la musculatura y calentar el cuerpo antes de practicar cualquier ejercicio. Establecer una serie de ejercicios y movimientos suaves para favorecer la movilidad articular, elevar el pulso y preparar el aparato cardiovascular para reducir el riesgo de lesiones.
Durante el entrenamiento, aunque no rompa a sudar demasiado, el cuerpo está perdiendo sus niveles óptimos de hidratación. La recomendación básica es tener siempre cerca una botella de agua para darle pequeños sorbos y reponer los líquidos y las sales minerales que se consumen cuando hacemos ejercicio.
Repetir el mismo entrenamiento todos los días es aburrido tanto para tu cerebro como para tu cuerpo. Cuando la rutina de ejercicios no representa ningún reto para tu cuerpo, el rendimiento es menor. Prueba a variar el orden y la intensidad del trabajo para sorprender a tus músculos con ejercicios y movimientos diferentes que impliquen ejercitar otras fibras. De este modo evitaremos caer en la costumbre, saldremos de la zona de confort y obtendremos mejores resultados.
El ejercicio cardiovascular es muy importante para estar en forma pero siempre debe acompañarse de otro tipo de actividad para prevenir lesiones o sobreesfuerzos. Tenemos que diferenciar el ejercicio anaeróbico del aeróbico y elegir el tipo de entrenamiento más adecuado para conseguir nuestros objetivos y rendir al máximo nivel.
Es importante entrenar todo nuestro cuerpo para fortalecer la musculatura y evitar lesiones, las pesas, así como una tonificación controlada de diferentes grupos musculares no van a hacer que aumente el volumen del cuerpo. Anímate a probar alguna de las clases de tonificación dirigidas que podemos encontrar en el gimnasio y comprobarás que tonificar también puede resultar un entrenamiento divertido.
Cuando decidimos apuntarnos al gimnasio y seguir una rutina de entrenamiento de forma regular estamos muy motivados, pero debemos tener claro que es la constancia la que nos va a ayudar a estar en forma y todo en exceso es perjudicial. Debemos asegurar que el descanso forma parte de nuestra rutina de trabajo porque es fundamental para la evolución muscular. El sobreentrenamiento fatiga los músculos, provoca las temidas agujetas e impide la evolución de nuestro cuerpo. El mejor consejo es que sigamos las pautas de un especialista.
Es muy importante vestir ropa cómoda para la práctica deportiva porque utilizar prendas inapropiadas puede conllevar repercusiones en el ejercicio de la rutina deportiva. Se deben evitar prendas de tejidos que no transpiren o aprieten en exceso, así como prendas excesivamente abrigadas. Lo que sí es recomendable es llevar siempre alguna chaqueta para mantener la temperatura durante los estiramientos y que el cuerpo no se enfríe.
Estirar no es solo adquirir flexibilidad, sino que va más allá porque los estiramientos alivian la tensión de las zonas trabajadas y hacen que las fibras y los tendones se queden más relajados y se mantengan ágiles y jóvenes. Además, activará la circulación sanguínea en la parte trabajada y empezaremos la recuperación muscular antes. Si después de hacer ejercicio estiramos correctamente prevendremos las futuras lesiones y evitaremos las posibles agujetas del día siguiente.
Llevar un estilo de vida saludable implica seguir una dieta equilibrada y mantener una vida activa, con ejercicio regular para estar en forma. Lo importante cuando acudimos regularmente al gimnasio es conseguir esa sensación de bienestar que aporta el deporte. Debemos marcarnos objetivos realistas: perder un número de kilos adecuado según la talla y la embergadura, ganar un porcentaje de musculatura que sea acorde a nuestra complexión, etc.
Si evitamos caer en estos 10 errores seguiremos una rutina deportiva adecuada para progresaremos cada día en el gimnasio. Además, veremos cómo poco a poco conseguiremos nuestros objetivos y abandonaremos la vida sedentaria para adoptar un estilo de vida saludable.
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