Las verduras del mar

Desde el momento que los humanos habitamos el litoral,  ampliamos nuestra dieta e incluimos alimentos marinos desde entonces. El mar proporciona un sinfín de animales que estamos acostumbrados a consumir (peces, crustáceos, moluscos, cefalópodos, etc.). Sin embargo, en occidente, quizás no le damos tanta importancia a otra fuente de alimentación que el mar ofrece de forma abundante: la vegetación marina, las algas. 

Los beneficios de las algas 

Las algas imitan el contenido mineral del océano y son el alimento más denso a nivel nutricional que existe en contraste con los suelos dedicados a la agricultura intensiva, empobrecidos por la explotación constante.

Las verduras marinas poseen muchos efectos beneficiosos sobre las células el cuerpo  (remineralizan los huesos, alcalinizan la sangre, depuran nuestro organismo, refuerzan nuestro sistema inmunitario…); por eso se utilizan en tratamientos contra el envejecimiento o contra la celulitis.

Las propiedades de las algas

Las verduras del mar pasan sus vidas inmersas en el la fuente de minerales más rica que existe, dado que su entorno tiene abundancia de fósforo, magnaneso, yodo, calcio, potasio, hierro y otros minerales dependiendo de la ubicación, la profundidad y la temperatura del agua, el clima y la estación.

También son una gran fuente de vitaminas A, C, D, E y K, además de algunas vitaminas del grupo B, en particular la B9 (ácido fólico), B2 (riboflavina) y B5 (ácido pantoténico). Además, las algas marinas son la única fuente de vitamina B12 de origen no animal.

Son un buen recurso para que las personas que siguen una dieta vegana incorporen alimentos vegetales cargados de proteínas, pues las algas como las variedades de Palamaria palmata (Dulse) y Porphyra (Nori) encabezan la lista de fuentes de proteína.

Además, las algas contienen ácido algínico, un compuesto que ayuda a eliminar isótopos radioactivos y otros metales pesados de nuestro tracto gastrointestinal, así como lignanos, compuestos fitoquímicos antioxidantes que ayudan a prevenir la formación de tumores cancerígenos.

Tipos de algas

Las algas más utilizadas en nuestro país se pueden encontrar en las tiendas de productos biológicos. Las variedades se distinguen por su sabor, textura y color. Las que más se consumen son:

• Nori: es una de las algas más conocidas a nivel mundial debido al sushi, donde ese utiliza para envolver los makis. Se suele encontrar en forma de hojas, pero también molida en forma de copos.
  
  
• Dulse: es una variedad de alga roja que se suele encontrar en las rocas y se recolecta a mano con la marea baja. Históricamente se ha utilizado por los marineros para evitar el escorbuto por su alto contenido en vitamina C. También tiene grandes cantidades de magnesio y calcio.
  
  
• Arame: es un tipo de alga marrón con sabor suave, dulce y delicado, por lo que es ideal para las personas que se inicien en el consumo de verduras marinas. Se suele hidratar y saltear con mantequilla junto a calabaza y boniato, y se puede sazonar con un poquito de cayena y servir como guarnición de cualquier plato.
  
  
• Espagueti de mar: es una peculiar alga alargada, fina y muy sabrosa (recuerda a la sepia) que se puede servir tanto cruda como cocida. Podemos probar a rebozarla y freírla aliñada con jugo de limón.
  
  
• Wakame: es una variedad muy popular en Japón y Corea, donde se suele servir fresca y aliñada como una ensalada. También se suele añadir a la sopa de miso o a cualquier caldo.

Si incluimos diferentes tipos de algas marinas en nuestra dieta habitual, estaremos favoreciendo la ingesta de minerales que nos faltan, además de muchas vitaminas, proteínas y ácidos necesarios para mantener una vida saludable. Además, incorporar las verduras del mar en nuestra rutina alimenticia es una manera de ampliar nuestros horizontes culinarios y experimentar nuevos y deliciosos sabores y texturas en la cocina.

Anímate a incorporarlas en tu dieta, para sacarle partido a todos sus beneficios, ¡pruébalas y cuéntanos… qué bien sientan!