Para obtener todas las vitaminas que necesita nuestro organismo es fundamental mantener una dieta lo más variada, completa y equilibrada posible. Normalmente conocemos qué alimentos nos aportan ciertas vitaminas y minerales, pero en muchas ocasiones desconocemos cuáles son las formas más idóneas de cocinarlos para que no pierdan gran parte de sus propiedades.

La forma más habitual de cocinar es la cocción, es decir, someter los alimentos al calor. No obstante existen muchas variantes de esta técnica en función de la temperatura y del tiempo. El calor tampoco afecta igual a todas las vitaminas y nutrientes, los hay más resistentes y los hay que son más sensibles a la cocción y que pueden ser destruidos incluso de manera completa por el tipo de cocción.

Así pues, ¿cuáles son las mejores formas de cocción para no perder vitaminas?

1. Olla exprés
Es una cuestión de tiempo. La olla exprés cuece los alimentos más rápido y en su propio jugo, esto supone una menor pérdida de nutrientes en comparación con otras opciones como el guisado o el hervido.

2. Hervido
El hervido significa mayor tiempo y temperaturas elevadas. Esto tiene pros y contras, por ejemplo, se pierde una gran cantidad de ácido fólico y vitamina C pero se mantienen mejor otros nutrientes como la vitamina B1, la riboflavina, la niacina o la B6. Para perder el mínimo de minerales posible es recomendable hervir los alimentos en la mínima cantidad de agua y en trozos grandes.

3. Guisado
El guisado es de larga duración pero a temperatura moderada, mucho menor que en el caso del hervido, por lo tanto, se pierden menos nutrientes.

4. Horneado
Quizá el horneado también es una de las mejores opciones. Eso sí, como siempre, a más tiempo y más temperatura mayor es la pérdida de nutrientes.

5. Fritura
Es la menos saludable pero la que destruye menos vitaminas. No es recomendable usarla de manera diaria porque, obviamente, aporta una gran cantidad de grasas.