Aquí van algunos de los beneficios:

1. Mejora el aprendizaje porque mantiene activado tu cerebro. Esto ayuda a prevenir enfermedades como la demencia senil o el Alzheimer y, además, despierta tu creatividad.
2. Te convierte en una persona más sociable ya que tiendes a escuchar más a la gente de tu entorno.
3. Aprendes a gestionar mejor tu ansiedad porque la incertidumbre y el riesgo forman parte de aquellos que despierta tu curiosidad.
4. Incrementa la motivación y, por lo tanto, las ganas de desarrollar aquellos proyectos que te hacen sentir viva.
5. Facilita el aprendizaje ya que sentir curiosidad por diferentes disciplinas o temas hace que estés más predispuesto a aprender aquello por lo que te has interesado.

Y tú, ¿eres una persona curiosa? :)