¿Sufres el síndrome de la mujer agotada?

Según varios estudios realizados, muchas mujeres sufren el síndrome de la mujer agotada o en algún momento de su vida. Este síndrome no es una enfermedad y no tiene una causa biológica que lo motive sino que se origina por todo lo que acontece en el entorno de la mujer y cómo se relaciona con éste. Es decir, la suma del entorno laboral, familiar y doméstico.

A pesar de encontrarnos en pleno S. XXI, el rol de la mujer en el hogar sigue condicionado por las normas sociales y la cultura patriarcal. En muchas familias, la planificación y coordinación de las tareas domésticas de la casa y el cuidado de los familiares dependientes sigue recayendo sobre la mujer, a pesar de que pase las mismas horas fuera del hogar que el hombre.

Sin darse cuenta, la mujer asume la carga mental de “llevar un hogar”, y el esfuerzo físico y las preocupaciones que eso conlleva. Un conjunto de tareas que muchas veces se infravaloran. Si a esto le sumamos las tensiones que todas y todos nos llevamos del trabajo a casa, se forma un cóctel molotov que termina provocando una sobrecarga emocional y cognitiva que puede afectar gravemente a la salud mental. El resultado de tan alta disponibilidad en perjuicio de los espacios personales lleva a una variante de la depresión que podría definirse como el "no puedo más", y este es el inicio del llamado síndrome del agotamiento femenino.

La mayoría de afectadas son madres trabajadoras que sienten que si ellas no se encargan de la limpieza, las comidas y los hijos, nadie se va a preocupar de ello. Pero el mayor problema es que la mayoria de estas mujeres no son conscientes de que sufren un problema y tampoco tienen con quien hablarlo.

El síndrome de la mujer agotada se manifiesta en forma de fatiga, agotamiento, ansiedad, irritabilidad, frustración, tristeza, depresión, estrés y hasta se pueden dar problemas en las relaciones sexuales. La fatiga mental y física también pueden provocar la disminución de la atención y de la concentración y desencadenar errores fuera del hogar o accidentes laborales.

¿Cómo aliviar la carga mental? Si eres de esas mujeres que tienden a ocuparse de todo sin involucrar al resto de convivientes, deberías plantearte si estás sufriendo el síndrome de la mujer agotada y hablarlo con alguien cercano o un profesional.

En el caso de que sientas que necesitas aliviar esta carga, a continuación te dejamos un listado de consejos que te serán muy útiles:

1. Prioriza. Debes comenzar a elegir qué cosas son importantes y urgentes y qué otras se pueden dejar para mañana. Porque sí, sí se puede “dejar para mañana” lo que “puedas hacer hoy”. Y, es más, quizás mañana ya lo haya hecho otro familiar.

2. Improvisa. No hace falta que en cada momento libre que tengas en el trabajo estés organizando las tareas del hogar que vas a hacer cuando llegues a casa. Después de la jornada laboral verás qué te da tiempo de hacer.

3. Delega. Dicen que si quieres algo bien hecho lo hagas tu misma, pero para tu salud mental es mejor que dejes a los demás que te ayuden y si lo hacen mal, aprenderán y la próxima lo harán mejor. Además aprenderán que es importante ofrecer ayuda a la mujer trabajadora.

4. Desconecta. Elige algún momento del día para apagar el teléfono móvil y alejarte del ordenador. Aunque sea una hora, te servirá para descansar la mente y estar más activa y despierta después.

5. Exprésate. Encuentra a una persona con la que puedas desahogarte y compartáis esta sensación de responsabilidad en cuanto al hogar. Cuando se comparten los problemas son menores.

6. Acepta la imperfección. Si un día la cama se queda sin hacer o los platos de la cena siguen sucios en la cocina por la mañana, no te culpes. Seguro que ese tiempo lo has invertido en otra actividad que te ha dado bienestar emocional o mental.

7. Una vía de escape. Encuentra una afición que te ayude a desconectar en esos momentos en los que sientes que la cabeza te va a estallar. Mira tu serie favorita, escucha tu música preferida , lee un buen libro o la prensa rosa o practica algún deporte. Lo que sea para despejar la mente.